Descubre La Roque-Gageac
Ven a descubrir La Roque-Gageac, un pintoresco pueblo medieval situado a tan solo 5 minutos en coche de nuestro camping con piscina en la Dordoña.
Enclavado a lo largo de la Dordoña, este pueblo conserva todo su encanto con sus casas construidas contra un acantilado. Durante tu estancia, no dejes de descubrir las actividades y visitas imprescindibles de esta magnífica ciudad llena de historia. Restos prehistóricos, una calzada romana y un pozo galorromano atestiguan su antigua ocupación. Las fortificaciones del siglo IX, las residencias de los obispos de Sarlat y el fuerte troglodita se suman a su carácter fascinante.
También se sabe que La Roque-Gageac fue el lugar de nacimiento de Jean Tarde, un famoso teólogo e historiador. Su mansión todavía se encuentra en el corazón del pueblo. Finalmente, el Domaine de la Malartrie y su castillo, perteneciente a la familia Saint-Aulaire, son joyas arquitectónicas del siglo XVIII, a la salida del pueblo.
El fuerte
Descubre el fuerte troglodita. Después de subir 140 escalones, será recompensado con una vista majestuosa de la Dordoña, con el castillo de Castelnaud y las fortificaciones de Domme al fondo. Aunque sufrió daños parciales en 2010, importantes renovaciones le han permitido reabrir en 2020, combinando armoniosamente la arquitectura moderna y los restos medievales.
El jardín exótico y su bosque de bambú
La Roque-Gageac es un pueblo sorprendente. Aproveche esta particularidad visitando el exótico jardín de Gérard Dorin, donde florece una exuberante vegetación con: adelfas, limoneros, naranjos, palmeras y plataneros. Muy cerca, el Bambousaie, un jardín de 5 hectáreas dedicado al bambú, ofrece una visita gratuita y sin guía, con bancos de piedra para descansar a la sombra.
Los monumentos
Explora las estrechas calles de La Roque-Gageac. Además de las magníficas casas antiguas, descubrirá gemas: la iglesia de Notre-Dame y la mansión Tarde. Aprovecha las suaves tardes de verano para alargar tu estancia hasta el anochecer, cuando la ciudad se engalana con un resplandor dorado. La puesta de sol y las iluminaciones nocturnas crean una atmósfera mágica.